martes, 16 de noviembre de 2010

El discípulo

Aquel que tiene un Evangelio
que predicar a la Humanidad,
aunque lo sirva plenamente,
con el cuerpo, el alma y la inteligencia,
aunque por él
todos los días vaya al Calvario,
tendrá un Discípulo
que hará vana su labor.

Aquel que tiene un Evangelio
para que el mundo entero lo herede,
aunque lo grabe en el acero,
aunque lo esculpa en la piedra
para que nadie lo interprete mal
en los días venideros,
tendrá un Discípulo
que lo interpretará de mil maneras.

Es su Discípulo
(antes de que Sus huesos se hagan polvo)
quien cambiará los Mandamientos,
dividirá la Fe,
multiplicará los distingos,
racionalizará la Plegaria,
afirmando que el Maestro
hubiera hecho lo mismo.

Es su Discípulo
quien nos dirá
lo que el Maestro habría borrado
si viviera todavía,
lo que habría modificado
de lo que en otros tiempos dijo.
Es su Discípulo
quien hará esto y más

Aquel que tiene un Evangelio
por el cual se gana el Cielo
(Carpintero, o Camellero,
o soñador hijo de Maya),
será atravesado por muchas espadas
que mezclarán Su sangre con hiel;
¡pero de su propio Discípulo
recibirá la herida más honda!

Ruyard Kipling (traducción de José Bianco)

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