miércoles, 27 de noviembre de 2013

Piedritas en la ventana

De vez en cuando la alegría
tira piedritas contra mi ventana
quiere avisarme que está ahí esperando
pero me siento calmo
casi diría ecuánime
voy a guardar la angustia en un escondite
y luego a tenderme cara al techo
que es una posición gallarda y cómoda
para filtrar noticias y creerlas

quién sabe dónde quedan mis próximas huellas
ni cuándo mi historia va a ser computada
quién sabe qué consejos voy a inventar aún
y qué atajo hallaré para no seguirlos

está bien no jugaré al desahucio
no tatuaré el recuerdo con olvidos
mucho queda por decir y callar
y también quedan uvas para llenar la boca

está bien me doy por persuadido
que la alegría no tire más piedritas
abriré la ventana
abriré la ventana.


Mario Benedetti

lunes, 25 de noviembre de 2013

Prospective immigrants please note



Either you will
go through this door
or you will not go through.

If you go through
there is always the risk
of remembering your name.

Things look at you doubly
and you must look back
and let them happen.

If you do not go through
it is possible
to live worthily

to maintain your attitudes
to hold your position
to die bravely

but much will blind you,
much will evade you,
at what cost who knows?

The door itself makes no promises.
It is only a door.

Adrienne Rich.

martes, 22 de octubre de 2013

Acerca de la crueldad y de la piedad; y de si es mejor ser amado que ser temido, o al contrario.

 "...De todo esto nace una controversia: si es mejor ser amado que temido, o al contrario. Se responde que se querría ser lo uno y lo otro; pero dado que resulta difícil reunir las dos condiciones juntas, es mucho más seguro ser temido que amado, si se tiene que faltar a alguna de las dos. Porque de los hombres se puede decir que, en términos generales, son ingratos, volubles, falsos, simuladores y disimuladores, que huyen los peligros y que son ambiciosos de dinero; y que mientras les haces bien, te siguen totalmente y te ofrecen su sangre, sus bienes, la vida y los hijos -como dije más arriba-, cuando la necesidad se siente lejos;  pero cuando esta se acerca, se rebelan. Y el príncipe que se ha creído totalmente sus palabras, al carecer de otro tipo de apoyos, se pierde. Porque las amistades que se adquieren con dinero, y no con nobleza y grandeza de ánimo, se compran, pero no se tienen, y en los tiempos difíciles no se pueden rentabilizar. Y los hombres se lo piensan menos a la hora de ofender a uno que se hace amar que al que se hace temer; porque el amor es un vínculo de obligación que, al ser los hombres malos, se rompe a la mínima ocasión frente a la utilidad propia, pero el temor procede de un miedo al castigo que no te abandona jamás...




Fragmento extraído del libro "El Príncipe", de Nicolás Maquiavelo

miércoles, 16 de octubre de 2013

XXXVII

"En otras palabras, el modo de ver de los hombres en general, en lo que se refiere a sí mismos y al mundo que los rodea, es un modo de ver deformado por medios falsificadores, por sus propias pasiones y prejuicios, y por las pasiones y prejuicios de las otras gentes, tal como se le trasmiten mediante el lenguaje y la retórica, la prensa y la televisión, la propaganda y la política. En estas condiciones, pues, los hombres ni tienen libertad (e ignoran que no la poseen) ni verdadero conocimiento."


Fragmento extraído del libro "Principios de filosofía", de Adolfo Carpio, acerca del mundo de las ideas de Platón y La Alegoría de la Caverna.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

XXXVI

Aguardadora insomne
tiembla sobre la página blanca
arroja sal a los ojos del asesino
y es un mundo blanco sin ti.

Alejandra Pizarnik 

martes, 20 de agosto de 2013

Mass media

De los medios de comunicación
en este mundo tan codificado
con internet y otras navegaciones
yo sigo prefiriendo
el viejo beso artesanal
que desde siempre comunica tanto.



Poema extraído del libro "La vida ese paréntesis", de Mario Benedetti.

martes, 13 de agosto de 2013

Lo intratable

Afirmación. Contra viento y marea, el sujeto afirma el amor como valor.

  1. A despecho de las dificultades de mi historia, a pesar de las desazones, de las dudas, de las desesperaciones, a pesar de las ganas de salir de ella, no ceso de afirmar en mí mismo el amor como un valor. Todos los argumentos que los sistemas más diversos emplean para desmitificar, limitar, desdibujar, en suma despreciar el amor, yo los escucho, pero me obstino: "Lo sé perfectamente, pero a pesar de todo...". Remito las devaluaciones del amor a una suerte de moral oscurantista, a un realismo-farsa, contra los cuales levanto lo real del valor: opongo a todo "lo que no va" en el amor, la afirmación de lo que en él vale. Esta testarudez es la protesta de amor: bajo el coro de las "buenas razones", para amar de otro modo, para amar mejor, para amar sin estar enamorado, etc., se hace oír una voz terca que dura un poco más de tiempo: la voz de lo intratable amoroso.  El mundo somete a toda empresa a una alternativa: el éxito o el fracaso, la de victoria o la derrota. Protesto desde otra lógica: soy a la vez y contradictoriamente feliz e infeliz: "triunfar" o "fracasar" no tienen para mi más que sentidos contigentes, pasajeros (lo que no impide que mis deseos sean violentos); lo que me anima sorda y obstinadamente, no es tácito: acepto y afirmo , desde fuera de lo verdadero y de lo falso, desde fuera de lo exitoso y lo fracasado; estoy exento de toda finalidad, vivo de acuerdo con el azar (lo prueba que las figuras de mi discurso me vienen como golpes de dados). Enfrentando a la aventura (lo que me ocurre), no salgo de ella ni vencedor ni vencido: soy trágico. (Se me dice: ese tipo de amor no es viable. Pero ¿cómo evaluar la viabilidad? ¿Por qué lo que es viable es un bien? ¿Por qué durar es mejor que arder?).


Fragmento extraído del libro "Fragmentos de un discurso amoroso", de Roland Barthes.

viernes, 19 de julio de 2013

XXXV

"Sentía náuseas, náuseas de muerte después de tan larga agonía; y, cuando por fin me desataron y me permitieron sentarme, comprendí que mis sentidos me abandonaban. La sentencia, la atroz sentencia de muerte, fue el último sonido reconocible que registraron mis oídos. Después, el murmullo de las voces de los inquisidores pareció fundirse en un soñoliento zumbido indeterminado, que trajo a mi mente la idea de revolución, tal vez porque imaginativamente lo confundía con el ronroneo de una rueda de molino. Esto duró muy poco, pues de pronto cesé de oír. Pero al mismo tiempo pude ver... ¡aunque con qué terrible exageración! Vi los labios de los jueces togados de negro. Me parecieron blancos... más blancos que la hoja sobre la cual trazo estas palabras, y finos hasta lo grotesco; finos por la intensidad de su expresión de firmeza, de inmutable resolución, de absoluto desprecio hacia la tortura humana. Vi que los decretos de lo que para mí era el destino brotaban todavía de aquellos labios. Los vi torcerse mientras pronunciaban una frase letal. Los vi formar las sílabas de mi nombre, y me estremecí, porque ningún sonido llegaba hasta mí."

Fragmento extraído del cuento "El pozo y el péndulo", de Edgar Allan Poe. 

miércoles, 3 de julio de 2013

Regresos

Así que has vuelto.
Como si hubiera pasado nada.
Como si el campo de concentración, no.
Como si hace 23 años
que no escucho tu vos ni te veo.
Han vuelto el oso verde, tu
sobretodo larguísimo y yo
padre de entonces.
Hemos vuelto a tu hijar incesante
en estos hierros que nunca terminan.
¿Ya nunca cesarán?
Ya nunca cesarás de cesar.
Vuelves y vuelves
y te tengo que explicar que estás muerto.


Juan Gelman, poema extraído del libro "Valer la pena".

lunes, 17 de junio de 2013

Peppermint

no cantan
los que nunca conocieron una esperanza

dicen que la esperanza no aparece
y que algo se derrumba

dicen que se desliza la vida
por la pendiente donde comienza

que está en un declive
que se desploma por naturaleza
que la vida no es vida

no escuchan las risas que empujan al amanecer
ni el canto último del ebrio extenuado
que se aleja
abandonando la noche con indecisión

saben que caer es difícil
que después de los brindis
vienen los sueños y los presagios
que es penoso tranquilizar el corazón alegre
y el abandonado

nadie se atreve a cantar
junto al endurecido silencio

sin promesas.

Francisco Urondo

martes, 4 de junio de 2013

XXXIV

23 
Una mirada desde la alcantarilla
puede ser una visión del mundo.

La rebelión consiste en mirar una rosa
hasta pulverizarse los ojos.


Alejandra Pizarnik, extraído del libro "Árbol de Diana"

lunes, 29 de abril de 2013

En esta noche, en este mundo.


en esta noche en este mundo
las palabras del sueño de la infancia de la muerta
nunca es eso lo que uno quiere decir
la lengua natal castra
la lengua es un órgano de conocimiento
del fracaso de todo poema
castrado por su propia lengua
que es el órgano de la re-creación
del re-conocimiento
pero no el de la re-surrección
de algo a modo de negación
de mi horizonte de maldoror con su perro
y nada es promesa
entre lo decible
que equivale a mentir
(todo lo que se puede decir es mentira)
el resto es silencio 

sólo que el silencio no existe

no
las palabras
no hacen el amor
hacen la ausencia
si digo agua ¿beberé?
si digo pan ¿comeré?
en esta noche en este mundo
extraordinario silencio el de esta noche
lo que pasa con el alma es que no se ve
lo que pasa con la mente es que no se ve
lo que pasa con el espíritu es que no se ve

¿de dónde viene esta conspiración de invisibilidades?
ninguna palabra es visible.

Alejandra Pizarnik, poema extraído del libro "Textos de sombra y últimos poemas"

miércoles, 13 de febrero de 2013

La tormenta


Se dice: la tormenta es buena.
Se dice: la tormenta es mala.
Y quiere decirse muchas cosas.

Cuando yo digo: la tormenta es buena,
quiero decir: la lluvia es necesaria
y es hermoso mirarla desde una ventana.
Y quiero decir también cosas indefinidas
nombrar una alegría o un júbilo inasibles
pero quiero decir solamente:
la conocí un día lluvioso.

Cuando yo digo: la tormenta es mala
quiero decir: arruina los sembrados
los semblantes, los días
y borra y anega y entristece.
Y quiero decir también cosas indefinidas
prevenciones, sospechas
pero quiero decir solamente:
la conocí un día lluvioso.

Gianni Siccardi

domingo, 10 de febrero de 2013

XXXIII

"-¿Qué clase de infancia tuviste, Hitchcock? -dijo Clemens.
-Nunca fui joven. Lo que fui o pude ser, está muerto. Volvemos a tus puercoespines, Clemens. Gracias, no quiero que me atraviesen de parte a parte. Siempre pensé que uno muere todos los días, y que los días son como cajones, ¿comprendes?, con marbetes y todo. Y no hay que volver atrás, ni levantar la tapa, pues uno muere un par de miles de veces, y eso es un montón de cadáveres, todos con una muerte distinta, y con una expresión cada vez peor. En cada uno de esos días hay un Yo diferente, alguien a quien no conoces, o no comprendes, o no quieres comprender."


Fragmento del cuento "Una noche o una mañana cualquiera", de Ray Bradbury.

sábado, 9 de febrero de 2013

XXXII

"El señor Dickens miraba los pliegues de la capa donde Poe ocultaba las manos. Poe, sonriendo, sacó un gato negro.
-Para uno de los visitantes.
-¿Y para los otros?
Poe sonrió otra vez, complacido.
-¿El enterramiento prematuro?
-Es usted un hombre siniestro señor Poe."


Fragmento del cuento "Los desterrados", de Ray Bradbury.

miércoles, 6 de febrero de 2013

A veces te contemplo en una rama...

A veces te contemplo en una rama,
en una forma, a veces horrorosa,
en la noche, en el barro, en cualquier cosa,
mi corazón entero arde en tu llama.

Y sé que el cielo entre tus labios me ama,
que el aire forma tu perfil de diosa
de oro y de piedra, sola y orgullosa,
que nadie existirá si no te llama.

Entre tus manos quedaré indefensa,
no viviré si no es para buscarte
y cruzaré el dolor para adorarte,

pues siempre me darás tu recompensa,
que es mucho más de lo que te he pedido
y casi todo lo que habré querido.



Silvina Ocampo.

XXXI

"Los hombres corrieron por las calles del pueblo y arrancaron los letreros tan rápidamente dibujados y borraron la pintura amarilla de los tranvías, y cortaron los cordones que dividían los teatros, y descargaron los fusiles, y guardaron las cuerdas.
-Un nuevo principio para todos -Dijo Hattie, en el coche, al regresar.
-Sí -Dijo Willie al cabo de un rato-. El señor ha salvado a algunos: unos pocos aquí y unos pocos allá. Y el futuro está ahora en nuestras manos. El tiempo de la tortura ha concluido.Seremos cualquier cosa pero no tontos. Lo comprendí en seguida al oír a ese hombre. Comprendí que los blancos están ahora tan solos como lo estuvimos nosotros. No tienen casa y nosotros tampoco la teníamos. Somos iguales. Podemos empezar otra vez. Somos iguales.
Willie detuvo el coche y se quedó sentado, inmóvil, mientras Hattie hacia salir a los niños. Los niños corrieron hacia el padre.
-¿Has visto al hombre blanco? ¿Los has visto? -Gritaron.
-Si señor -dijo Willie, sentado al volante, pasándose lentamente la mano por la cara-. Me parece que hoy he visto por primera vez al hombre blanco... Lo he visto de veras, claramente."




Fragmento del cuento "El otro pie", de Ray Bradbury.