miércoles, 6 de febrero de 2013

XXXI

"Los hombres corrieron por las calles del pueblo y arrancaron los letreros tan rápidamente dibujados y borraron la pintura amarilla de los tranvías, y cortaron los cordones que dividían los teatros, y descargaron los fusiles, y guardaron las cuerdas.
-Un nuevo principio para todos -Dijo Hattie, en el coche, al regresar.
-Sí -Dijo Willie al cabo de un rato-. El señor ha salvado a algunos: unos pocos aquí y unos pocos allá. Y el futuro está ahora en nuestras manos. El tiempo de la tortura ha concluido.Seremos cualquier cosa pero no tontos. Lo comprendí en seguida al oír a ese hombre. Comprendí que los blancos están ahora tan solos como lo estuvimos nosotros. No tienen casa y nosotros tampoco la teníamos. Somos iguales. Podemos empezar otra vez. Somos iguales.
Willie detuvo el coche y se quedó sentado, inmóvil, mientras Hattie hacia salir a los niños. Los niños corrieron hacia el padre.
-¿Has visto al hombre blanco? ¿Los has visto? -Gritaron.
-Si señor -dijo Willie, sentado al volante, pasándose lentamente la mano por la cara-. Me parece que hoy he visto por primera vez al hombre blanco... Lo he visto de veras, claramente."




Fragmento del cuento "El otro pie", de Ray Bradbury.

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