miércoles, 23 de febrero de 2011

Escrúrpulo

Me parece que vivo

que estoy entre los ruidos

que miro las paredes,

que estas manos son mías,

pero quizás me engañe

y paredes y manos

sólo sean recuerdos

de una vida pasada.

He dicho "me parece"

yo no aseguro nada.

Oliverio Girondo.

sábado, 19 de febrero de 2011

jueves, 17 de febrero de 2011

XXI

"A las ocho vino José María con la noticia, casi sin rodeos me dijo que Celina acababa de morir. Recuerdo que reparé instantáneamente en la frase, Celina acabando de morirse, un poco como si ella misma hubiera decidido el momento en que eso debía concluir..."


Fragmento extraído del cuento "Las puertas del cielo" de Julio Cortázar.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Alegoría

Ésta es una mujer de rotunda cadera
que permite en el vino mojar su cabellera.
Las garras del amor , las mismas del granito.
Se ríe de la muerte y la depravación,
y, a pesar de su fuerte poder de destrucción,
las dos han respetado hasta ahora, en verdad,
de su cuerpo alto y firme la altiva majestad.

Anda como una diosa y tiende sultana,
siente por el placer fe mahometana.
Y cuando abre los brazos, sus pechos soberanos
demanda la mirada de todos los humanos.

Ella sabe, ella sabe, ¡oh doncella infecunda!,
necesaria, no obstante a la caterva inmunda,
que la beldad del cuerpo es un sublime don
que de cualquier infamia asegura el perdón.

Ella ignora el infierno y purgatorio ignora,
y mirará por eso, cuando le llegue la hora,
la cara de la muerte en un tan duro momento,
como un niño: sin odio sin remordimiento.

Charles Baudelaire (traducción de María Fasce)

martes, 15 de febrero de 2011

XX

"Supongamos que te despiertes un día desnudo en la cama de un cuarto vacío e impecable, que tu única certeza sea un vago dolor por todo el cuerpo y que sientas que es sólo el residuo de un gran dolor anterior, ya en retirada; que mires alrededor y no reconozcas el lugar ni tu propio rostro en el espejo te diga nada; que disfrutes de la visión del parque en la ventana, que sepas el nombre de las cosas pero no el tuyo. Que apenas el idioma en que esté escrito el diario abandonado junto a tu cabecera te resulte comprensible, pero no los personajes de los que hable, ni la ciudad ni la fecha al pie de un título inexpresivo.

Que en cierto momento alguien entre al cuarto y sepas quedarte sin preguntar pero además compruebes, con alivio inexplicable, que tampoco te pregunten; que en horas y en días sucesivos personas formales e impenetrables se ocupen de alimentarte, vestirte, mostrarte una ciudad que te resulte vagamente familiar, como conocida en un sueño; que todo transcurra de un modo natural, que nadie te ordené nada pero que sepas, simplemente, qué ha de suceder cada día.

Que una noche te despierte el rumor del roce de las sábanas a tu lado y sientas deslizarse un cuerpo desnudo y cálido; que la mujer o el cuerpo que la represente sea joven y saludable, distante pese a la evidencia de su entrega; que su piel tenga el sabor y los detalles de lo conocido; que no sepa su nombre; que cuando respires junto a su boca sientas el aire usado, la devolución de un aliento vivido.[...]"


Fragmento extraído del cuento de Juan Sasturain, "Subjuntivo".


Subjuntivo: modo verbal que expresa la acción del verbo con significación de duda, posibilidad o deseo.