Soy mujer. Y un entrañable calor me abriga cuando el mundo me golpea. Es el calor de las otras mujeres, de aquellas que hicieron de la vida este rincón sensible, luchador, de piel suave y tierno corazón guerrero.
Yo no sé de pájaros, no conozco la historia del fuego. Pero creo que mi soledad debería tener alas.
Alejandra Pizarnik, Las aventuras perdidas.
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